La Marquesa de San Eduardo y su hijo Miguel Mas están
al frente de una empresa en la que sigue prevaleciendo el espíritu familiar del
primer día. Ambos están rodeados por un elenco de profesionales, implicados
desde el principio en una aventura empresarial que, a día de hoy, continúa
consolidándose. El trabajo en equipo y un diálogo continuado hacen que todos
remen en la misma dirección. A unos conocimientos exhaustivos del sector se le
suma una cantidad ingente de horas de trabajo y de oficio, lo que hace que los
profesionales de San Eduardo alcancen siempre la excelencia.
En medio de un clima exigente y extremadamente
competente, cada uno de los empleados de San Eduardo desempeña las funciones
específicas que le corresponden dentro del preciso engranaje que rige el mundo
de la alta joyería.
Todos ellos poseen unas dotes personales y técnicas
sobresalientes. Entre el personal de San Eduardo se encuentra una de las
mejores gemólogas de su promoción en el Instituto Gemológico Español (IGE),
toda una entendida en la materia y persona de la más completa confianza de la
casa. Por encima de todo, el equipo de San Eduardo comparte un denominador
común: su amor por lo que hacen y su continua búsqueda de la perfección.
Marquesa de San Eduardo
La Marquesa de San Eduardo es el alma máter del sello
San Eduardo. Desde que era niña le encantaba curiosear en el cofre de joyas de
su abuela. Aquel juego inocente terminó convirtiéndose con el tiempo en su gran
pasión y su medio de vida.
Amante de las joyas, es una apasionada de su trabajo.
Mujer de gran elegancia, posee un gran sentido de la estética. Exigente,
detallista y atrevida en sus diseños, siempre destaca por su estilo clásico a
la vez que puntero.
En su vida pública, disfruta dándole un toque
diferente a su indumentaria luciendo las mejores creaciones de su firma. El
llevar joyas lo considera todo un arte que requiere elegancia y personalidad, y
un saber adaptarse a las distintas situaciones que uno vive.
En su joyería consigue tal clima de confianza que muchos
de sus clientes pasan a
formar parte de su círculo de amigas. Para ella, el
éxito consiste en hacer feliz a todos los que le rodean con sus diseños.
Miguel Mas
Hijo y mano derecha de la Marquesa de San Eduardo, estudió
ciencias de la información. Ha vivido en diferentes países. Tras trabajar varios
años en el mundo de la publicidad, decidió abandonar el sector para dedicarse
en cuerpo y alma al negocio materno, aportando su juventud, su creatividad y su
ilusión ante un reto que siempre le había llamado la atención: la alta joyería.
Su objetivo siempre ha sido y sigue siendo ampliar el público que se acerca a
conocer a San Eduardo, buscando diseños exclusivos que no se encuentren en
ningún otro lugar y que mantengan el distintivo de calidad de su firma.
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