lunes, 18 de febrero de 2013

Regalos inesperados




Hay pocas cosas tan placenteras como los regalos inesperados. Aquellos que llegan un buen día porque sí. De forma repentina y sin razón aparente. Obsequios que no van unidos a los cumpleaños ni a los aniversarios. Tampoco a festividades navideñas o al Día de San Valentín. Su carácter imprevisto hace que se multiplique la sorpresa y se agrande la felicidad del momento convirtiéndolo en único.

Regalar fuera de las fechas rojas que marcamos en nuestros calendarios supone transformar un día cualquiera en especial. Las demostraciones de afecto inesperadas nos sacan de la rutina y renuevan nuestras ilusiones; nos devuelven el brillo a la mirada y nuestro semblante se inunda con la más bonita de las sonrisas. La generosidad del que regala se entrelaza con la gratitud del agasajado.

San Eduardo Joyeros es el perfecto aliado para ayudarte a sorprender a la pareja, al familiar o al amigo con la pieza adecuada un día cualquiera. 

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