Love, love, love

 Ya asoma el 14 de febrero. Avanza despaciosamente haciéndose notar de forma sutil, trayendo recuerdos de las historias y las leyendas de amor más inolvidables de la historia. Amores trágicos como el de Romeo y Julieta o Tristán e Isolda, cinematográficos como el de Oliver y Jenny en Love Story o el de Escarlata O' Hara y Rhett Butler en Lo que el viento se llevó, divinos como el de Eros y Psique. Amores que provocaron guerras como la de Troya o abdicaciones como la de Eduardo VIII de Inglaterra. Grandes pasiones que han trascendido los siglos quedando grabadas en la memoria colectiva.

Historias arrebatadoras, dulcemente románticas, algunas cuasi inverosímiles. Sentimientos que traspasaron fronteras, razas y edades. Políticos, científicos, escritores y músicos. Hombres ilustres y genios que lograron cambiar el curso de la historia como Einstein, Goethe, Voltaire o Mozart se rindieron al amor, dejando entrever la menos conocida de sus facetas: la tierna y afectiva. Las apasionadas frases que Sigmund Freud le escribió a su futura esposa Martha Bernays llegaron a dar la vuelta al mundo por constituir todo un alegato cargado de emoción.

Ulises y Penélope, Marco Antonio y Cleopatra, Juana La Loca y Felipe El Hermoso, Don Quijote y Dulcinea, Calisto y Melivea. Real, ficticio, tortuoso, carnal, casto, infiel o inocente. “¡Esto es amor! Quien lo probó lo sabe” (Lope de Vega)

¡Sonrójate!

El rojo es el color internacional del amor y de la pasión. Es el color de los bouquets de rosas carmesí que nos sorprenden cada 14 de febrero, el elegido para pintar los corazones que inundan el día de todos los enamorados y el de los lazos de raso que encierran los mejores obsequios.

Es participante necesario en el juego de la seducción porque forma parte de la historia de los galanes más cautivadores. Es el producto de la multiplicación del atrevimiento por la insinuación. De naturaleza incandescente, se presenta como expresión de entusiasmo y energía porque en él se aloja la mismísima esencia del optimismo. Osados, cálidos, vitales, impulsivos, los rojos nos desbordan, conquistan nuestros sentidos. Son felicidad y prosperidad, según sapiencias orientales.

San Eduardo apuesta por un San Valentín en rojo. El rojo de rubíes, turmalinas, corales y zafiros. Rojo tornasolado, con brillos tintos o burdeos. Rojo bermellón, candy o inglés. Rojo ciruela, con notas moradas y matices azules. Todos ellos, descarados e intrépidos. Vitales. Todos símbolos del amor y dignos de alfombra roja.


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San Valentín & San Eduardo

Contamos en el calendario los días que nos separan de San Valentín. Poco más de tres semanas restan para alcanzar la fecha perfecta para decir “te quiero”. Como en cualquier ocasión especial, toca cavilar, discurrir, echar a volar la imaginación y pensar en el otro para intentar sorprenderle con algo inesperado que supere cualquier expectativa.

El deseo de San Eduardo Joyeros es que este próximo 14 de febrero sea distinto y especial. Por eso, quiere ayudarte a conseguir ese detalle romántico con el que expresar, como novio o como esposo, el amor y el cariño que te une día a día a tu pareja. Ese objeto que sin hablar lo diga todo.

San Eduardo busca despejar ese mar de dudas que nos inunda ante las elecciones más emocionales invitándote a navegar entre lo más exclusivo y lo más bello, entre poderosas sortijas, discretas gargantillas, maxicollares, brazaletes anchos y estrechos, aros de oro, broches florales y pendientes cascada. Joyas significativas y de inabarcables matices. Mixturas de oros -amarillos, rosas y blancos- y de piedras genuinas. Piezas de inspiración clásica o vanguardista, de formas y brillos caleidoscópicos. Todas ellas, expresiones artísticas con las que demostrar mil afectos y con las que agradecer la complicidad, la pasión, los silencios y las risas diarias.

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Es cosa de dos

El amor es desvelo, celo, entrega, querencia, pasión. El amor es una de las fuerzas más importantes de la vida. Uno de los sentimientos más intensos del ser humano. De ahí, toda la atención que merece y el esmero del que tiene que ser objeto. El amor tiene muchos nombres y muchas caras. Hay amores platónicos y fraternales, por compasión y desinteresados, existen juramentos de amor eterno y amores imposibles. Los hay caprichosos, fugaces y equivocados.

El amor es una de esas pocas cosas universales. Un afecto que nos ciega, que incluso nos llega a transformar en quien no somos y que no atiende a razones. Es el motor que nos da el impulso necesario para afrontar el peor de los trances y una receta contra la soledad. Es uno de los sentimientos más bonitos que posee el hombre porque es inasequible al desaliento.

El amor no es algo que queramos sentir, lo sentimos sin más. No se puede comprar, ni robar ni calcular. Se puede demostrar de mil maneras, pronunciando las palabras más bellas del mundo, con una lluvia de besos maravillosa o con un objeto que dure toda la eternidad... ¿Se te ocurre cuál?

Continuará

D de diamante

Se ha colado en los títulos y en las letras de canciones inolvidables y ha inspirado grandes clásicos del cine. Incluso ha dado nombre a uno de los aniversarios de bodas más especiales. Ha sido motivo de guerras cruentas y de salvajes expolios, y objeto de deseo ferozmente codiciado por actrices, cantantes, presidentas y modelos. Es la piedra de las piedras, la más preciosa y la más valiosa del mundo. Por eso, profundizar en su conocimiento es una aventura apasionante.

La palabra “diamante” proviene del griego “adamas, adamantos” que significa “invencible” o “indomable”, en clara referencia a su dureza. Y es que el diamante posee el grado 10 en la escala de Mohs, que es la que mide lo duros o blandos que son los minerales. Esa extraordinaria dureza hace que solo pueda ser pulimentado por otro diamante y que su aplicación industrial principal sea en herramientas de corte y de pulido.

En mineralogía, el diamante es una de las formas alotrópicas en las que se puede presentar el carbono junto con el grafito, los fulerenos, los nanotubos y el grafen. La mayoría de diamantes naturales se forman bajo una presión y una temperatura extrema, solo existentes a profundidades de cientos de kilómetros. Pero también se pueden producir diamantes artificialmente imitando dichas condiciones.

Tiene un brillo característico -adamantino- y es muy refulgente. Despide flashes de colores prismáticos hipnotizadores. Las distintas tonalidades de los diamantes son producto de impurezas o de defectos estructurales, circunstancias que dan lugar a una gama de colores que van desde el gris, el amarillo, el azul o el blanco hasta el naranja, el rojo, el verde, el rosa, el púrpura, el marrón o el negro. El diamante perfecto es aquel incoloro, totalmente transparente.

A día de hoy el Cullinan o Estrella del Sur, encontrado a principios del siglo XX por Frederick Wells en Sudáfrica, ha sido el mayor diamante de todos los tiempos. Pesaba en bruto más de 3.196 quilates y medía casi 12 centímetros. Fue tallado en Amsterdam por un un especialista que estudió durante semanas el corte. De él se obtuvieron 105 gemas. La más grande fue bautizada como Primera Estrella de África y se engastó en el Cetro de la Cruz, una de las joyas de la Corona británica. La siguiente en tamaño, llamada Segunda Estrella de África, se incrustó en la Corona Imperial del Estado.

El fuerte simbolismo que el diamante posee desde la antigüedad ha hecho que sea una de las piedras predilectas en la creación de anillos de compromiso y alianzas matrimoniales. Su atractivo visual también le hace perfecto en el diseño de pendientes, colgantes, pulseras y sortijas. En cualquier forma, imitando pétalos de flores o cabezas de animales, dando vida a corazones, a lágrimas o a estrellas, el resplandor que desprenden los diamantes ha encandilado a la Humanidad. Y seguirá haciéndolo.


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De largo

Di sí a los pendientes largos. Porque ellos solos pueden transformar un look dándole un toque de sofisticación y porque son favorecedores a rabiar. Los hay sencillos, extrafinos, rígidos, de plumas, con cadenas, formados por decenas de piedras minúsculas monocromáticas o, por el contrario, gemas selectas, poderosas y con carácter, de tonos vivos.

Unos pendientes largos iluminan y enmarcan el rostro, y alargan el cuello consiguiendo un aspecto juvenil. Son la culminación ideal para recogidos o semirrecogidos barrocos o casual, coletas bajas o melenas ladeadas. Suponen el complemento perfecto para outfits de día y de noche. El único secreto de acompañamiento es despejar las facciones y suavizar el maquillaje para ceder protagonismo a las joyas.

San Eduardo te propone pendientes largos, llenos de movimiento, como los de la fotografía. En  oro amarillo poseen cuatro amatistas de doble tonalidad y talla baguette  de  un peso total  de 4.33 ct.  y  0.22 ct. de brillantes. Están rematados por dos magníficas Rosas de Francia, de talla octogonal y un peso total de 29.60 ct.

Livianos, elegantes y sutiles. Son los más buscados. Un it de esta temporada.

Welcome to paradise!

Cierra los ojos y echa tu imaginación a volar. Huye a playas de arena fina y blanca, y sumérgete en la calidez de sus aguas turquesas. Escucha el sonido armónico de las olas que llegan a la orilla y envuélvete en la suave brisa matinal. Déjate acariciar por los dorados rayos del sol.
Ahora, cambia de rumbo. Viaja al corazón de la selva y participa en un maravilloso safari fotográfico por reservas y parques nacionales. Siente el latido de la fauna salvaje más cerca que nunca. Respira naturaleza en estado puro.

Birdie Tours diseña viajes de lujo a los destinos más exclusivos, especialmente en el sur de África, España y Portugal. Te propone los rincones más hermosos y mágicos de cada país. Lugares maravillosos. Sitios privilegiados con los que habrás fantaseado en tus sueños. Te anima a vivir experiencias únicas de la más alta calidad, eligiendo los mejores alojamientos y las rutas más singulares; brindando siempre los mejores servicios.

Birdie Tours trabaja en pro de la excelencia. Por eso, cuida hasta el mínimo detalle. Ofrece al viajero una experiencia inolvidable, exclusiva, alejada de itinerarios ya sabidos y rutinarios, personalizando cada viaje para hacerlo especial e irrepetible. Combina actividades náuticas o deportivas como el golf con otras culturales, gastronómicas o con shopping deluxe. Ofrece alojamientos variopintos -desde hoteles tradicionales hasta villas, lodges, treehouses, bungallows o luxury camps-, reservas en los restaurantes de moda y entradas a los espectáculos más deseados del momento.
Porque el paraíso tiene muchas caras.

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Secrets

Hay joyas que guardan secretos que solo saben sus creadores. Secretos que descubren aquellos que tienen el placer de lucirlas. Misterios técnicos y artísticos -complejos o minúsculos- que reflejan el grado de sofisticación de una firma y que logran la armonía absoluta en la alta joyería.

Lo que no se ve, no quiere decir que no exista. Los detalles, aunque silentes, elevan cada pieza y diferencian un buen diseño de otro aún mejor. La excelencia en las terminaciones y los remates impecables consiguen joyas pluscuamperfectas por dentro y por fuera. Pulseras como las de la fotografía encierran pormenores imperceptibles que las hacen sobresalientes. Detalles como sus cierres invisibles demuestran el afán de perfección y el cuidado hasta por lo más nimio.

En oro negro y rosa de 18 kt. (750 milésimas), sus 26.00 ct. de rubíes  y  26.18 ct. de zafiros rosas engastados en grano en su totalidad las convierten en piezas excepcionales y fascinantes, con una magia singular, producto de sus hileras interminables de colores brillantes y naturales, minuciosamente ordenados en circunferencias perfectas.

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El mes de los estrenos

Pasó el día 6 de enero y por fin se desvelaron de golpe todas las sorpresas que traían los Reyes Magos. Desenvolvimos con frenesí cada uno de los paquetes en los que ponía nuestro nombre y se inundaron nuestros rostros con la sonrisa más agradecida del año.

En un instante apreciamos todos los detalles que recibimos por su enorme valor sentimental y agradecimos el tiempo que llevó hacer cada elección -por pequeña que fuera-, además del interés y la ilusión infinita con que se escogió todo. Porque cada regalo fue fruto de un discurrir pausado, de una lluvia de ideas, de una búsqueda y un caminar diligente hasta dar con el objeto querido.

Ahora es turno de disfrutar de cada obsequio que tuvimos. Es tiempo de estrenar, estrenar y estrenar. San Eduardo Joyeros formuló su deseo la noche de Reyes: que las piezas que fueron adquiriendo sus clientes se convirtieran en regalos especiales y que, pasado el tiempo, al mirarlas de nuevo volviera el grato recuerdo del día que aparecieron en sus vidas. Esperamos que cada diseño fuera el concurrir de los sueños y de las ilusiones de quienes lo recibieron y que contribuyera a colmar la felicidad de ese momento.

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Los Reyes Magos

Es tiempo de cartas y sueños, de deseos que se verán cumplidos o no. De avivar la ilusión de los niños y también de los adultos. Porque los mayores también necesitan insuflar grandes dosis de fantasía en su realidad diaria. Se acerca la noche más mágica del año y San Eduardo quiere que cierres los ojos y eches a volar la imaginación, que escribas una carta a los Reyes Magos con la ilusión que lo hacías cuando eras pequeño......

Nosotros ya hemos escrito la nuestra pensando en ti y contiene una petición muy especial: un regalo eterno que dure toda una vida. Que te acompañe en tus momentos de felicidad y también en los de pesadumbre. En las citas más trascendentales y en los tiempos jubilosos. Algo que conservará intacta la belleza del primer día, que significará algo importante, que al mirarlo reflejará toda la alegría y emoción que viviste el día que te lo regalaron.

Algo en lo que perdure la esencia de amor o de amistad sincera que supuso su regalo, que no tenga un estilo sino todos, que trascienda las modas y que provoque tu sonrisa cada vez que lo veas. Un objeto que tenga alma, que evidencie complejidad y sencillez al tiempo, que encandile por sus colores y sus curvaturas, que nos haga pensar en la nada y en el todo. Que tenga su propia historia.

Solo hay algo así: una joya.




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