Di sí a los pendientes largos. Porque ellos solos pueden transformar un look dándole un toque de sofisticación y porque son favorecedores a rabiar. Los hay sencillos, extrafinos, rígidos, de plumas, con cadenas, formados por decenas de piedras minúsculas monocromáticas o, por el contrario, gemas selectas, poderosas y con carácter, de tonos vivos.
Unos pendientes largos iluminan y enmarcan el rostro, y alargan el cuello consiguiendo un aspecto juvenil. Son la culminación ideal para recogidos o semirrecogidos barrocos o casual, coletas bajas o melenas ladeadas. Suponen el complemento perfecto para outfits de día y de noche. El único secreto de acompañamiento es despejar las facciones y suavizar el maquillaje para ceder protagonismo a las joyas.
San Eduardo te propone pendientes largos, llenos de movimiento, como los de la fotografía. En oro amarillo poseen cuatro amatistas de doble tonalidad y talla baguette de un peso total de 4.33 ct. y 0.22 ct. de brillantes. Están rematados por dos magníficas Rosas de Francia, de talla octogonal y un peso total de 29.60 ct.
Livianos, elegantes y sutiles. Son los más buscados. Un it de esta temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario