martes, 15 de enero de 2013

De largo

Di sí a los pendientes largos. Porque ellos solos pueden transformar un look dándole un toque de sofisticación y porque son favorecedores a rabiar. Los hay sencillos, extrafinos, rígidos, de plumas, con cadenas, formados por decenas de piedras minúsculas monocromáticas o, por el contrario, gemas selectas, poderosas y con carácter, de tonos vivos.

Unos pendientes largos iluminan y enmarcan el rostro, y alargan el cuello consiguiendo un aspecto juvenil. Son la culminación ideal para recogidos o semirrecogidos barrocos o casual, coletas bajas o melenas ladeadas. Suponen el complemento perfecto para outfits de día y de noche. El único secreto de acompañamiento es despejar las facciones y suavizar el maquillaje para ceder protagonismo a las joyas.

San Eduardo te propone pendientes largos, llenos de movimiento, como los de la fotografía. En  oro amarillo poseen cuatro amatistas de doble tonalidad y talla baguette  de  un peso total  de 4.33 ct.  y  0.22 ct. de brillantes. Están rematados por dos magníficas Rosas de Francia, de talla octogonal y un peso total de 29.60 ct.

Livianos, elegantes y sutiles. Son los más buscados. Un it de esta temporada.


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